Esta fiebre de versos
me mantiene soñado
despierta
Pensando en el fugitivo
sin nombre
Él que es risa de mis verbos,
semen de mis blancas páginas
Cada punto final suicida
Porque es tan difícil quererlo,
querernos y soportarnos
Porque a veces lo odio
Porque a veces me odia
Porque nos desgarramos
más de una vez
en hueso y piel
Él es el tuétano
y yo la herida
y a veces viceversa
Porque sentirlo,
es llorar por el hijo que no fue
Retrato de sus ojos confusos,
mezcla rara de dos locos
que se usaron, se gastaron,
todo
Fórmulas y letras en la cama
Porque perderlo es abrazarme
al miedo de verme
en fotos
que reflejen una
felicidad clandestina,
producto del descanso
en orillas de los amores tranquilos.
Porque quererlo es aceptar
esta condena dulce con sabor amargo
Es estar y de nuevo estar
Es dejarme vencer una vez más…